Mensaje de Yamada Shihan
"Queridos estudiantes:
A los miembros con gratitud
Yoshimitsu Yamada
Federación de Aikido de EE. UU.
Estoy escribiendo esto en un pequeño parque frente a mi apartamento. Son las 7 am. A mi lado, unas diez palomas están picoteando migas de pan. De vez en cuando, una pareja de gorrión valiente se atreve a entrometerse. Qué vista tan calentadora! Si me dieran una taza de café italiano y un cigarro cubano, sería más allá de mi felicidad! Pero, bajo las circunstancias actuales... Cuando los pájaros se retiran a su siesta, el parque puede encontrar a un hombre solitario bailando en un frenesí a su música de teléfono inteligente mientras, lejos en un banco jóvenes amantes, sentados a 6 pies de distancia, Todavía puede afirmar su amor.
Para nuestra generación que nunca conoció la gripe española de hace 100 años, el "ataque de corona" fue un horror que nadie había experimentado hasta la fecha. Decir esto en el pasado suena como si el problema hubiera llegado a su fin, pero lamentablemente, debemos temer y estar listos para una segunda y tercera ola. Teniendo esto firmemente en cuenta, déjame decirte cómo nos hemos enfrentado y enfrentado esta catástrofe.
Por favor, permítanme comenzar con una experiencia personal. En febrero cada año, voy a Japón para ocuparme de asuntos personales y oficiales. Fue lo mismo este febrero. En ese momento, había oído hablar del virus de corona, pero no sabía que estábamos en peligro inmediato. Sin embargo, cuando me registré en mi hotel habitual, noté que algo estaba mal. Febrero es el Año Nuevo de China, pero los grupos turísticos chinos que normalmente llenan los hoteles estaban extrañamente ausentes. Luego, habiendo aprendido la noticia de infecciones en un crucero, decidí inmediatamente regresar a los EE. UU. Por desgracia, el virus de corona viajó más rápido que yo, y al regresar encontré Nueva York bajo una orden de emergencia. En marzo, nos dijeron que nos quedáramos en casa y cerráramos nuestro Dojo. Francamente, en este punto, sentí que esto sería como unas vacaciones, pero desde hace más de dos meses he estado inundada con llamadas telefónicas y cartas que requieren mi atención (no importa vacaciones). Entonces mis pensamientos estaban llenos de "negativos" - disminuyendo la membresía de Aikido, problemas financieros con el dojo, decepcionante cancelación de campamentos de verano nacionales e internacionales, así como más de una docena de sesiones de entrenamiento, etc. que espero con ansias y disfruto. Lo más doloroso, aprendí sobre el fallecimiento de nuestros miembros y sus seres queridos debido al Covid-19.
Cuando sentí la mayor desesperación, fue la gente cuyo futuro me preocupaba eso ayudó a levantar mi espíritu. Casi todos los días recibí llamadas telefónicas de aliento de miembros de los Estados Unidos y el mundo. Escuchando sus palabras, me alegré de que sintieran parte del Dojo, que Dojo es de ellos; más lejos, me conmovió la pasión que tienen por el Aikido y el afecto que sienten por Dojo y Sensei, i. E., yo. A medida que pasó el tiempo, se juntaron lo que llevó a su desarrollo de un programa de clase on-line. Este acto de los miembros de Aikido reafirmó para mí lo importante que son los estudiantes de Aikido, Dojo y estudiantes para mí Todo esto me hizo sentir muy orgulloso de ellos. Son mis tesoros. El episodio de corona, que inicialmente me hizo sentir tan negativo, al final me hizo apreciar lo positivo. Gracias a todos! Perseveremos juntos! Tú y yo tenemos Aikido!!"
A los miembros con gratitud
Yoshimitsu Yamada
Federación de Aikido de EE. UU.
Estoy escribiendo esto en un pequeño parque frente a mi apartamento. Son las 7 am. A mi lado, unas diez palomas están picoteando migas de pan. De vez en cuando, una pareja de gorrión valiente se atreve a entrometerse. Qué vista tan calentadora! Si me dieran una taza de café italiano y un cigarro cubano, sería más allá de mi felicidad! Pero, bajo las circunstancias actuales... Cuando los pájaros se retiran a su siesta, el parque puede encontrar a un hombre solitario bailando en un frenesí a su música de teléfono inteligente mientras, lejos en un banco jóvenes amantes, sentados a 6 pies de distancia, Todavía puede afirmar su amor.
Para nuestra generación que nunca conoció la gripe española de hace 100 años, el "ataque de corona" fue un horror que nadie había experimentado hasta la fecha. Decir esto en el pasado suena como si el problema hubiera llegado a su fin, pero lamentablemente, debemos temer y estar listos para una segunda y tercera ola. Teniendo esto firmemente en cuenta, déjame decirte cómo nos hemos enfrentado y enfrentado esta catástrofe.
Por favor, permítanme comenzar con una experiencia personal. En febrero cada año, voy a Japón para ocuparme de asuntos personales y oficiales. Fue lo mismo este febrero. En ese momento, había oído hablar del virus de corona, pero no sabía que estábamos en peligro inmediato. Sin embargo, cuando me registré en mi hotel habitual, noté que algo estaba mal. Febrero es el Año Nuevo de China, pero los grupos turísticos chinos que normalmente llenan los hoteles estaban extrañamente ausentes. Luego, habiendo aprendido la noticia de infecciones en un crucero, decidí inmediatamente regresar a los EE. UU. Por desgracia, el virus de corona viajó más rápido que yo, y al regresar encontré Nueva York bajo una orden de emergencia. En marzo, nos dijeron que nos quedáramos en casa y cerráramos nuestro Dojo. Francamente, en este punto, sentí que esto sería como unas vacaciones, pero desde hace más de dos meses he estado inundada con llamadas telefónicas y cartas que requieren mi atención (no importa vacaciones). Entonces mis pensamientos estaban llenos de "negativos" - disminuyendo la membresía de Aikido, problemas financieros con el dojo, decepcionante cancelación de campamentos de verano nacionales e internacionales, así como más de una docena de sesiones de entrenamiento, etc. que espero con ansias y disfruto. Lo más doloroso, aprendí sobre el fallecimiento de nuestros miembros y sus seres queridos debido al Covid-19.
Cuando sentí la mayor desesperación, fue la gente cuyo futuro me preocupaba eso ayudó a levantar mi espíritu. Casi todos los días recibí llamadas telefónicas de aliento de miembros de los Estados Unidos y el mundo. Escuchando sus palabras, me alegré de que sintieran parte del Dojo, que Dojo es de ellos; más lejos, me conmovió la pasión que tienen por el Aikido y el afecto que sienten por Dojo y Sensei, i. E., yo. A medida que pasó el tiempo, se juntaron lo que llevó a su desarrollo de un programa de clase on-line. Este acto de los miembros de Aikido reafirmó para mí lo importante que son los estudiantes de Aikido, Dojo y estudiantes para mí Todo esto me hizo sentir muy orgulloso de ellos. Son mis tesoros. El episodio de corona, que inicialmente me hizo sentir tan negativo, al final me hizo apreciar lo positivo. Gracias a todos! Perseveremos juntos! Tú y yo tenemos Aikido!!"
Fuente: Fanpage New York Aikikai
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