Christian Tiissier Shihan. Entrevista (última parte)


ATM: ¿Cómo era Japón cuando usted estuvo a los 18 años?

Sensei: Cuando arribe a Japón, no tenía idea de cómo era. Arribe a Yokohama a las 15 horas. Una vez fuera del barco me dirigí inmediatamente al Hombu Dojo. Concurrí a la clase de las 7 (creo que Saotome Sensei estaba enseñando). Después de la clase dormí afuera, en un banco. Para alguien de 18 años, eso no era un problema.

Al día siguiente fui a la clase de las 6:30 de la mañana y vi por primera vez a Doshu. Estaba haciendo iriminage y, pensé, “Este muchacho no es muy bueno”. No estaba haciendo iriminage en la forma que estaba acostumbrado a ver. Ese es un gran problema en Aikido. Cuando no se ve lo que se esta acostumbrado a ver, se piensa que está mal. Durante los cuatro o cinco primeros meses pensé que los movimientos de Doshu eran extraños, por supuesto que la práctica cambio mi manera de pensar.
Por esos años, 1969, no había muchos extranjeros en el dojo. Estaba Terry Dobson, Stan Smith y Bud Wheeler. Este último me impresionó como alguien muy fuerte.

Probablemente por el hecho de que era yo muy joven, la gente no me conocía. De algun modo yo era muy tímido, y me resultaba muy difícil contactarme con la gente de aikido. Asistí a las clases de Doshu todos los días. Pensaba que yo no le agradaba, pero en definitivas, él también era muy tímido. Un día me llamó como uke. Luego durante un par de meses me elegía como uke al menos una vez a la semana. Luego dos veces a la semana, y finalmente todos los días. Me convertí en el uke de Doshu.
ATM: ¿Vivía en ese entonces O´Sensei?

Sensei: Si, pero desafortunadamente no pude conocerlo.
ATM: ¿Comenzó a vivir inmediatamente en el Dojo? ¿Encontró algún departamento?

Sensei: Por una semana dormí en un cómodo banco de un parque. Un día la policía me dijo que no podía dormir alli. Les explique que no tenía otro lugar donde ir. Me trajeron una manta. Luego, la policía me ubicó en un hotel para gente joven. Estuve allí unas semanas y luego traté de conseguir un departamento. Finalmente conseguí alojarme justo enfrente del Dojo, frente a la casa de Doshu. Allí estuve aproximadamente unos seis meses.
ATM: ¿Qué pensaba su familia acerca de su viaje a Japón?

Sensei: Yo dije que quería ir a Japón y ellos dijeron “OK, no hay problemas”. Pero no creían que lo haría. Trabajé todo el verano, compre mi pasaje y me fui.
ATM: ¿Quién lo influenció más en Japón?

Sensei: Asistí a las clases de todos, y tenía buenas relaciones con muchos maestros. Pero Doshu fue mi principal maestro. Me gustaba mucho y asistí a sus clases todo los días. Mis sempai fueron sensei Masuda, Endo y Chihanshi, pero en realidad fueron más amigos que maestros. También fui influenciado por Osawa sensei y Yamaguchi Sensei, pero era muy difícil acercarse a este último.
ATM: ¿Porqué?

Sensei: No lo sé. Pero era muy difícil hacerlo. Pienso que era una persona muy especial. Era muy humano y universal. Cuando se hablaba con él, aún no dominando el idioma, uno se olvidaba por momentos que estaba frente a un japonés y entendíamos lo que decía. Conocí a muchos maestros en sus 25 – 35 años, cuando eran muy, pero muy fuertes. Cuando los volví a ver diez años después, algunos estaban muy rígidos y otros muy flojos. Sus espaldas o cinturas estaban mal. Me dije, “Es una locura ser fuerte por unos cinco años y débil luego. El Budo debe preservar la vida”. Actualmente Sensei Yamaguchi tiene 70 años. Lo que me gusta de él es que goza de muy buena salud. La gente que lo observa, aún aquellos que son veinteañeros, dicen que les gustaría moverse como él lo hace. Sensei Yamaguchi aún así es muy controvertido.
ATM: ¿Cómo es eso?

Sensei: Bueno, algunos dicen , “Su técnica no funciona”. Pero nada funciona en Aikido. Nada. ¿Sabe a que me refiero?
ATM: No, por favor explíquelo.

Sensei: Yonkyo no funciona, y nikkyo no funciona a menos que yo le de mi brazo. Es el mensaje que uno saca del arte, no de la técnica. Nadie es suficientemente fuerte. Yo creo que un arte marcial es un sistema para preservar la vida, la integridad, la libertad, y la libertad de la gente que nos rodea. Tiene que ver con vivir en armonía con el entorno que nos rodea y con la gente. Tome a Mike Tyson como ejemplo. Es muy fuerte, pero fue derrotado en dos oportunidades por dos mujeres. Está siempre en el lugar equivocado y en el momento equivocado. El Budo debería enseñar a estar en el lugar y momento correctos.
ATM: ¿Podría usted decir que Sensei Yamaguchi se acerca a la filosofia del Aikido?

Sensei: No. Sensei Yamaguchi nunca habló de filosofía. Nunca escuchará a él referirse a O´Sensei. Nunca lo escuchará hablar de Ki o Kokyu. Nunca habla de filosofía pero sí sobre principios, sobre lo que es el Aikido, y sobre los mensajes de las técnicas.
ATM: ¿Qué dice Sensei Yamaguchi que es el Aikido?

Sensei: El dice que el Aikido es la investigación del ideal de perfección sobre uno mismo.
ATM: ¿Piensa Yamaguchi que la transformación de uno mismo es parte de la idea del Budo?

Sensei: Si. Pienso que Budo (espiritual) es muy importante para él. Quiero decir “Budo” en una forma moderna, un sistema de educación con algunas reglas. Las reglas son muy importantes, pero la gente tiene que descubrirlas por sí mismas. Un buen maestro es aquel que hace que el alumno descubra las reglas necesarias para vivir en armonía con la gente. Un mal maestro es aquel que estable reglas que no tienen sentido.

En el Budo no tendría sentido continuar estudiando si uno siempre tiene éxito. Por lo tanto, pienso que en Budo es necesario caer algunas veces y reconocer que se ha caído. La próxima vez, se tendrá una nueva oportunidad para hacer las cosas mejor. En las competiciones no se tiene esa nueva oportunidad. Cuando se pierde, se tiene que esperar a que haya otro campeonato. Pero en el entrenamiento del Budo, el entrenamiento de Aikido, no hay competiciones. Siempre se tiene una nueva oportunidad.

En Aikido siempre queremos hacer el movimiento ideal. Alguien viene con un ataque muy formal y se trata de ejecutar un movimiento ideal. Por supuesto, no sale como el ideal. Entonces se intenta nuevamente ejecutar el movimiento ideal, y nuevamente fallamos. En aikido tratamos de hacer las más hermosas técnicas, y fallamos. Igualmente el propósito es hacer la técnica más perfecta. Eso es lo que debemos recordar, pero lo olvidamos con facilidad.

Había un pintor llamado Hans Menling quien nunca firmaba sus obras. Solo escribía, ” Es lo mejor de mí”. Fui a un colegio Jesuita, y todos los días teníamos que escribir en nuestros cuadernos “es lo mejor de mí”. Pienso que en Aikido es lo mismo: hay que tratar de poner lo mejor de uno, no la perfección, sólo lo mejor de uno.
ATM: ¿Son las técnicas una caja de herramientas para nuestra transformación?

Sensei: Sí, exactamente. Son herramientas. Las técnicas son la estructura mecánica. Si elegimos estudiar un budo, debe haber alguna razón. De otra manera podríamos haber elegido alguna otra actividad. Y la razón por la que elegimos estudiar Aikido son las técnicas. Es por ello que es importante.

En Budo, se tienen sanciones, retos. En la vida real la sanción es la muerte. Por lo tanto en Budo siempre se debe pensar que se sufrirá la sanción real. En realidad no hay muerte en el entrenamiento, pero se debe respetar la práctica como si la hubiera. Necesitamos la sanción, el reto en nuestras mentes. Por ello O´Sensei decía que Aikido es ichi go ichi. Se debe ejecutar la técnica como si fuera la primera y última vez. Lo mismo ocurre cuando alguien se encuentra con otra persona. Debe ser como si fuese la primera y última vez.
ATM: ¿Ve usted al Aikido en este aspecto diferente a otras artes marciales?

Sensei: Cada Budo tiene el mismo problema. En Aikido es fácil decir “Soy el mejor” porque no hay competiciones. En las artes competitivas como el Karate y el Judo, es fácil decir “soy el mejor” porque hay competiciones. Si se gana un campeonato, se podrá ser el mejor en ese momento y bajo las condiciones de ese particular campeonato. Pero, ¿será el mejor el día de mañana?.
ATM: Volvamos a su historia. Cuándo retornó a Francia en 1976, ¿A qué volvió? ¿Volvió a su antiguo maestro y a su antiguo Dojo?

Sensei: No. Cuando regresé, todos los amigos que tenía antes de irme a Japón vinieron a mi Dojo, pero luego de un mes me abandonaron. Lo que estaba enseñando era completamente diferente a los que habían visto antes.
ATM: ¿Tuvo un Dojo de su propiedad?

Sensei: Bueno, no. Comencé en muchos lugares pequeños, Dojos de Judo y Karate. Luego tuve mi propio lugar en París. ¡Actualmente en París hay más de 400 dojos! Desde 1976, he entrenado a más de mil cinturones negros. Hoy hay 500 personas en mi dojo. Muchos maestros vienen a estudiar mensualmente.

ATM: Se que cuando usted volvió de Japón, lo hizo junto a Sensei Yamaguchi. ¿Él lo ayudó a establecerse?

Sensei: No, Sensei Yamaguchi no podía ayudarme porque en Francia nadie lo conocía. Recorrí los Dojos y pregunté si había algún horario en el cual pudiera enseñar Aikido.
ATM: Entonces, ¿usted enseñó y Yamaguchi Sensei no?
Sensei: Yamaguchi Sensei, vino en viaje de placer, de vacaciones. Yo quería presentarlo en los círculos europeos. Dio un seminario de dos días en París, y solamente eso. En el último seminario de tres días que dictó Yamaguchi en Paris, asistieron cerca de 600 personas. Vino gente de toda Europa.
ATM: ¿Hay algún criterio para examinar en Francia así como lo hay en Estados Unidos?

Sensei: No sé que es lo que hay en EEUU. En Francia, estamos trabajando muy pero muy duro en dichos criterios. Tratamos de hacerlo muy transparente para el bien de todos. En París dos veces al año se toman exámenes para shodan, y en cada ocación se presentan cerca de 200 personas. Los exámenes para shodan, nidan, sandan y yondan son exámenes nacionales. Hay un lugar para cada uno y nadie sabe quien lo va a examinar. Hay tres jueces del grupo de Sensei Tamura y tres de nuestra Federación, y todos tienen que coincidir. No es el mejor sistema porque hay muchas cosas que no se pueden juzgar cuando no se conoce a la persona que se esta examinando. Pero hay muchas personas que dan exámenes que no deben ser ayudadas.
ATM: ¿Qué puede obtener la gente de las federaciones y organizaciones de Aikido? ¿Son necesarias?

Sensei: No necesitamos federaciones, pero es mejor si las tenemos, no para controlar la enseñanza, pero sí para mantener las cosas en forma segura. También las federaciones son buenas para promocionar el Aikido; ellas son fuertes y tienen dinero para esos destinos.
ATM: ¿Cuál es su deseo para el Aikido? ¿Qué le gustaría que ocurra en el futuro?

Sensei: Me gustaría ver más y más gente practicando Aikido, pero no tengo prisa. Si queremos que el Aikido crezca en número, necesitamos buenos maestros, maestros con calidad, gente que pueda ser un ejemplo para que otros sigan. Y necesitamos gente como usted en Aikido Today Magazine, para comunicar las cosas correctamente. En Francia no tenemos una revista como ATM. Tuvimos una revista diez años atrás, pero fue difícil continuarla. Por lo que agradezco lo que usted esta haciendo en ATM.

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